Esa noche estuvimos solos en un camino de una sola vía. No supe cuan fuerte fue el viento ni cuan fuerte me abrazaba a tí pero lo que sí recuerdo es que me dolía no saber dónde estaba ni saber cómo regresar. Ni saber a dónde regresar.
Creí de repente que la vida era de una sola vía. Que el mundo no daba vueltas sino que las cosas solo iban para el frente.
A veces sigo creyendo que voy solo para el frente, o para el norte, que no hay camino de regreso o que no logro salir de ese mismo sueño o realidad en la que nos encontramos esa noche,
Si tú crees algo que no es verdad no voy, pero sinceramente creo que no sé a dónde voy y que vamos juntos siempre por intuición. Creo que siempre lo hemos hecho. Que nos guía algo y no es algo superior sino palabras, cosas, situaciones pasadas o la creencia en el futuro.
También creo que me alejé demasiado alguna otra vez de lo que realmente pensaba sobre las cosas que realmente atesoro - las cosas y no las personas - y dejando de atesorar eso, no pude encontrar el camino y emprendí la huida. Pero al final supe que debía volver, volver como sea a entender lo anterior, lo antiguo, lo más sagrado y lo más profundo en mí.
Por eso creo que sigo a tu lado porque si algo te detiene en ese mundo que existe en tu cabeza o alrededor tuyo para volver o para regresar o para ir, o para irte de alguna cosa o de algún lugar yo estoy consciente que no hay otra persona en el mundo más que yo, porque así lo dicté yo que pueda hacer algo.
En este momento te amo.
Serena V.